La misión en Guamote, Ecuador



Querida Brenda, gracias por escribirnos. Saber de tí es saber también de esa parcela del Reino donde nuestra congregación está inmersa y apostando por la vida...Muchas bendiciones para ti y para la comunidad MAR

¡Un saludo muy caluroso a todas y todos!

A pesar del frío, no queda duda que es caluroso en el amor de Jesús y de María…
Ha pasado alrededor de un mes desde que llegué a la comunidad MAR en Guamote en donde he recibido la acogida y apoyo de las hermanas Marisol Sandoval, Olga Gudiño y Nereida Díaz.  Por lo que deseo compartirles un poco a cerca de esta vivencia.

Primero, algunos datos sobre el lugar de misión: Guamote es un cantón de la Provincia de Chimborazo que dista 229 Km. de Quito.  En la actualidad el cantón está integrado por tres parroquias: la Matriz que lleva el mismo nombre y las parroquias rurales Cebadas y Palmira.

Cuenta con aprox. 25,000 habitantes entre indígenas y mestizos donde predomina la lengua Kichwa.  Entre las comunidades que la conforman las MAR acompañan la de Sta. Lucía, Sta. Ana, San Antonio Chacaza, San Pedro, Jatumbamba.  Entre una población y otra la madre tierra se encarga de invitar a reconocer en Dios y su Amor el principio y fin de todo.

Los niños, niñas, jóvenes, adultos, ancianas, ancianos, la naturaleza, los sembrados (papa, maíz, haba, trigo, cebada, frijol) y animales alaban con palabras y silencios la Vida recibida de Dios.  En medio de las adversidades (migración, pobreza, cambio climático, indiferencia hacia los valores propios como el compartir, la solidaridad, el  respeto, la participación, la comunión con Dios, etc.) han aprendido a reconocer su fuerza, ayuda, ánimo, esperanza en “Taitamito” como suelen llamar a Dios.

En este contexto superficialmente descrito, vivir esta experiencia apostólica significa para mí una doble invitación a la humildad y sencillez ya que reconozco la necesidad de aprender a compartir la fe así como de escuchar y apreciar de los otros cómo viven la fe en Dios.
También el de reconocer que Dios es el “Dios con nosotros” y que en las acciones y servicios a los hermanos siempre se adelanta, siempre está haciendo la mayor parte.

Él es quien alienta la esperanza de sus hijas e hijos moviéndoles para acoger por ejemplo la visita de nosotras en medio de su enfermedad e incluso la agonía para unir su abandono confiado a Jesús en la Eucaristía; Él es quien convoca a los niños de la catequesis en la parroquia como en las comunidades, Él es quien aumenta en los catequistas el deseo de formarse mejor para el servicio de los hermanos.
En fin Dios que nos llama, es quien alienta toda acción pastoral que junto a los laicos, párroco y religiosos llevamos a cabo.

En medio de la oportunidad de aprender a pronunciar al menos las oraciones en Kichwa estoy reconociendo la fuerza de una sonrisa, una mirada, la escucha, una palabrita de ánimo, una palmada, que sin decir nada dice: “cuenta con Jesús y conmigo”.
Así el lenguaje del amor es el único de sobrepasar la incapacidad de entablar una conversación con palabras como tal, dando paso al lenguaje de los hermanos, hijos de un mismo Padre.

Agradezco a Dios su compañía en cada hermana, en cada enfermo, en cada niño, en los mayores y pido también a cada uno de ustedes que oremos por la iglesia misionera de manera especial por todos aquellos que viven situaciones difíciles y se encuentran en momento de discernimiento para responder mejor a la misión encomendada.

En el amor de Jesús y María.

Brenda Ovalle Hernández
Novicia MAR




Comentarios

  1. Hola Brenda y Hnas. Me ha dado un gusto enorme el verte y saber que la misión de Guamote te llena de alegría y esperanza, que esta bonita experiencia fortalezca tu vocación. Te envió un fraternal abrazo de tu paisana.
    Rosario MAR

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